Materiales para seguir el ritmo semanal:

A continuación detallamos los materiales que van asociados a cada una de las actividades. Tan sólo tienes que pulsar los enlaces para poder acceder al contenido. ¡Que aproveche!

CUENTO NARRADO: «LOS DUENDES VALIENTES Y DILIGENTES».

Para ritmo diario en éste nuevo periodo «Libre de Pascua»:

VIDEO – Juego de dedos: «Dos liebrecitas»

Cuento: «Los duendes valientes y diligentes»

Un bonito sueño han compartido los duendes valientes y diligentes. Los duendes protectores les daban un gran abrazo que les trasmitía alegría y felicidad. Desde lo alto, los duendes acompañantes observaban emocionados esta preciosa estampa. Y junto a ellos se encontraba su Ángel de la guarda, que irradiaba una luz cálida y les protegía con su manto blanco. ¿El Ángel con su presencia nos estará susurrando la primera pista de nuestro enigma? “Poned atención en el paladar, éste os dará la señal”

Los duendes se estiran, frotan sus ojos y miran a su alrededor ¿Realidad o fantasía? ¿Ha sido todo una ilusión fruto de su ensoñación? Tras un placentero y largo descanso los pequeños duendes se levantan con buen ánimo, dispuestos a trajinar

“Somos duendes valientes y diligentes. Nos gusta cantar, reír y danzar, pero sobretodo nos gusta trabajar”

¿Pero cómo se debían organizar para entretener su jornada durante una semana? Los duendes acompañantes murmuran al instante: -“Vuestra primera misión es crear una ruleta, que de colores viene repleta. En ésta aparecerán las tareas a realizar y también los alimentos con los que elaborar ricos almuerzos, que darán fortaleza al cuerpo y os pondrán muy contentos. Vuestros duendes protectores os ayudarán en todos los procesos y si os despistáis, por tanto jugar y jugar, el ritmo volveréis a coger comprobando cada día que os toca hacer.”

Así, el primer día de la semana manualidades nos depara. Tras imaginar y pensar, vamos a inventar y crear con todo tipo de materiales. Con o sin herramientas, las manos van a trabajar y elaborarán bonitas artesanías que adornarán vuestro hogar. Y después, un buen cuenco de Arroz con leche será suficiente para reponer energía y despejar la mente ¿Recordáis la canción para cocinarlo con amor? Los duendes acompañantes la entonan sin parar y advierten que el arroz lleva un rastro en su interior. Y este acertijo a los pequeños duendes va a tener muy entretenido.

Al día siguiente, los pequeños duendes descubrirán la pasta de sal. Pero, ¡atención! Aunque algunos tengáis la tentación de comérosla en un rincón, no es para almorzar sino para modelar. De una gran “Bola, boleta”elaboraréis muchas y diferentes piezas; podéis usarla como plastilina o para crear figuras rígidas. Un limón, un caracol y una flor, con o sin color… ¡Y si las barnizáis durarán hasta la eternidad! Una vez terminadas vuestras creaciones, toca endulzar el paladar y las barriguitas llenar con una rica avena o una buena mezcla de frutas. ¡Uva, naranja, fresa, manzana y melón…! Mientras cantamos una canción, a vuestros duendes protectores tenéis que ayudar con tesón: toca cortar pequeños trozos como buenos mozos

“Somos duendes valientes y diligentes. Nos gusta cantar, reír y danzar, pero sobretodo nos gusta trabajar”

Al amanecer, vuelta a empezar: vamos a preparar y a pintar con acuarela vegetal. Con zanahorias, espinacas, remolacha, arándanos, piña y otras frutas conseguiréis bonitas pinturas. Además descubriréis infinidad de colores y olores fascinadores. Para ambientar esta actividad, junto a vuestros duendes protectores, “L’Arc de Martí” podéis interpretar. Y en acabar, una vez estén frías, las pinturas listas para trabajar: decorar la pasta de sal o esbozar una obra singular. Y después de tanto faenar toca recobrarse: un gran tazón de Mijo os alegrará el corazón. Los duendes acompañantes os contarán el secreto para que quede con un perfecto sabor ¡Atención! Este alimento una clave esconde; nos va a facilitar la siguiente pista de nuestro enigma. Ya estamos más cerca del final… Pronto vais a averiguar cuál es nuestra mayor fortuna, que llena todo lugar.

Y llega el cuarto día de la semana, en el que el pan se amasa. Pero los duendes valientes no pueden olvidar que, previamente, sus manos han de frotar con fresca agua del manantial. Después de lavaros las manos: “Alzad vuestras mangas,  poneos el delantal y ¡listos para comenzar! Con una bella canción la masa vais a preparar: harina, levadura, agua y sal ¡No necesitamos nada más! Pero no olvidéis dejarla reposar. Pasado el tiempo prudencial ¡a disfrutar! Dejaos llevar: amasar, crear, saborear, modelar… Y algo importante susurran los duendes acompañantes: “Para que los dedos no se os queden pegajosos, un poco de harina vamos a echarles a todos”. Como buenos panaderos, diferentes panes hacemos (barras, panecillos o chapata) y mientras se hornean, los duendecillos dejan la cocina con mucho brillo

“Somos duendes valientes y diligentes. Nos gusta cantar, reír y danzar, pero sobretodo nos gusta trabajar”

Y después de tanto esfuerzo, nos espera un rico almuerzo: pan caliente con sal y aceite. Quien lo prefiera tomate, miel o mermelada también le puede echar; hay mil formas de aderezar. Cada uno aliña a su gusto.

Al alba, tras un reparador reposo, los duendecillos se levantan de un brinco y se ponen a faenar con mucho ahínco. Durante este jornal, los duendes valientes deberán sembrar, cultivar, plantar… Y entonando una preciosa canción crearemos un clima acogedor. Lo primero será el cultivo del ajo paso a paso: con una cabeza de ajos, palillos y agua fresca, crearéis una pequeña huerta. Pasada la época de la siembra disfrutaréis de una rica cosecha: revuelto de ajos tiernos con calabacín y setas o espárragos trigueros ¡Os resultará una cena muy buena!

Y el viernes, como alimento para los pequeños duendes, un gran invento: yogur cOn muesli casero. En desayuno de reyes se convertirá cuando mezcléis leche fermentada, copos de avena y fruta deshidratada. Añadiéndole semillas, frutos secos, panela o miel… ¡Repetiréis en tropel! Con el oro líquido se lo comen sin hacer ruido. “A la mayoría esta mezcla os chifla pero sobretodo con pipas, pasas y miel. Como vosotros, los duendecillos,  os sabéis la receta al dedillo, a vuestros duendes protectores debéis enseñar y entre todos esta rica receta podéis elaborar”, recuerdan los duendes acompañantes desde alguna parte

“Somos duendes valientes y diligentes. Nos gusta cantar, reír y danzar, pero sobretodo nos gusta trabajar”

Finalmente llegamos al ansiado fin de semana, deseado por todos los duendes: acompañantes, pequeños y protectores. Y aunque en estos momentos os parezcan dos días cualquiera ¡debemos hacer una fiesta! Una jornada distinta y especial que nos saque de esta monotonía y nos produzca alegría, aunque sin descuidar nuestras necesarias rutinas. Por la mañana, creamos juntos una gran cabaña, los duendecillos representan teatrillos y hojean cuentos durante un tiempo. ¿Qué os parece para comer pizzas, tortitas o creps? Para merendar ¿Hacemos Rosquillas, de limón o mantequilla? Con ellas tenemos la última pista. A media tarde, sesión de baile o concurso de disfraces; sino carreras de relevos o juegos. Y al anochecer, peli muy cortita y palomitas o fiesta de pijamas, aunque como muy tarde a las diez, ¡todos en la cama!

Y entre tanta diversión, los pequeños duendes no pueden olvidar su misión. Cuatro letras tienen el misterioque durante el cuento dejamos resuelto. Así que, cuando regrese el Duende Guardián, que esperamos sea con la mayor brevedad, una gran respuesta le podéis dar unidos y desde el corazón. Mientras llega, vuestros duendes protectores y acompañantes, os cuidan, os miman y os enseñan que

¡¡TODO IRÁ BIEN!

“Dos liebrecitas muy dormiditas…”